La limpieza de la piel es una parte indispensable de nuestras vidas. Eliminamos la suciedad, el sudor, el sebo, las células muertas de la piel, innumerables microorganismos y sus productos metabólicos, a veces malolientes e incluso perjudiciales para la piel. Estar limpio y fresco no solo significa sentirse bien, sino también protegerse contra las enfermedades, siempre que no se altere el delicado equilibrio de la piel. De lo contrario, puede provocar deshidratación, irritación, alergias y una mayor propensión a las infecciones cutáneas. Por lo tanto, se aplica lo siguiente: No limpie la piel con demasiada frecuencia, durante demasiado tiempo, con demasiado calor y, sobre todo, no lo haga con productos excesivamente agresivos. Los productos Sebamed sin jabón, con un pH cutáneo saludable de 5,5, protegen la función de barrera natural de la piel frente a la deshidratación y la irritación, al tiempo que mantienen el microbioma cutáneo en un equilibrio saludable.